Debido a que nos alimentamos cada vez de manera más saludable, cocinamos cada vez productos más frescos y verduras. Así, las ensaladas, los pimientos asados, las berenjenas en escalivada, la fruta o el pescado, son los alimentos que reinan nuestra dieta. El caso es que gran cantidad de estos alimentos, implican la generación de restos orgánicos que se degradan de una manera más lenta de lo recomendado, especialmente para las tuberías que recogen el agua del sumidero de los fregaderos, que es donde terminan.
Allí, se forman presas que recogen otros restos hasta que terminan por taponar la cañería y formar un atasco.
El ser humano es quien tiene la culpa de los atascos por alimentos
Lo primero que debemos tener en cuenta como sociedad, es que nosotros somos quienes tenemos la culpa, por permitir que diminutos restos de algunos alimentos se cuelen por el sumidero sin darnos cuenta o bien, de manera consciente. Para evitar que pueda volver a pasar, lo más adecuado es conocer cuáles son los alimentos que aportan las sobras que son perjudiciales y los motivos por los que no se deben colar por el sumidero.
Los aceites suelen encontrarse en los atascos
El primer alimento que aparece en los atascos es el aceite. Los expertos en fontanería advierten: «Es muy normal que los restos de la sartén vayan a parar al sumidero, así como de la freidora a veces, aunque no es lo correcto, ya que deben llevarse a un punto limpio”. Además, señalan que el problema es que el aceite no se mezcla con el agua y se deposita en las curvas horizontales, donde se degrada a ceras sólidas.
Las salsas y mayonesas también son productos a tener en cuenta. Su base son aceites y grasas saturadas que no mezclan bien con el agua. Asimismo, son pastos y complicadas de arrastrar, por lo que pueden formar capas que frenen la evacuación de otros restos que se degradan mejor. Por otra parte, es habitual que tras limpiar el plato en el cubo, queden espinas de pescado y se cuelen en el fregadero. Son diminutas, pero peligrosas si son grandes, porque atrancan y se degradan difícilmente.
Por otro lado, respecto a las frutas, los rabitos que tienen no se degradan y tienden a formar diques. Si se unen al aceite, el atasco está servido. Los restos de alcachofas son fibrosos y si se quedan en el sumidero, forman madejas haciendo tapón.
El siguiente alimento es la monda de las frutas. Su piel es dura y cerosa en muchas ocasiones, por lo que es costosa de degradar y forma lascas. Lo mismo sucede con algunas verduras como la berenjena, en la que su piel es dura y tarda en degradarse también. Por otra parte, los posos de té también son un problema, porque se echan pensando que ya han crecido tras la infusión y no es así. Se quedan en la tubería acaparando humedad y inflándose rápidamente.
Respecto a los posos de café, no crecen como los de té, pero no se arrastran por la tubería, por lo que se aposentan dejando un lecho rugoso que retiene partículas. El último alimento son las diminutas cáscaras de huevo. Están en muchos fregaderos porque la cáscara, a pesar de que esté triturada, forma capas que retienen materiales. Lo mejor es evitar que se tiren todos estos alimentos por la pila del fregadero y se vigile que puedan caer, porque a la larga crea atasco.